jueves, marzo 22, 2007

Más Allá del Deporte de Alta Competición

Escuchamos a diario diversas historias de aquellos héroes de turno que han alcanzado la cumbre tras años y años de sacrificio, de incontables sesiones de duro entrenamiento, de casas hipotecadas por parte de los padres como principales patrocinadores del sueño de sus hijos por ser campeones, de empresas que apoyaron a Juan, Miguel, María Isabel, o a todo un equipo cuando ya estos empezaban a ser reconocidos a nivel local, nacional o internacional, y ni que decir de todos lo que escuchamos sobre las cifras, muchas veces enloquecedoras para los mortales, que se mueven en torno al deporte por temas relacionados con suplementos alimenticios, procesos de recuperación, cirugías, apuestas, patrocinios deportivos, publicidad en estadios o en camisetas de equipos de fútbol, desplazamientos, salarios, traspasos y fichajes, etc, etc, etc y más etc.


Pero muy pocas veces se escuchan preguntas como por ejemplo: ¿Qué pasa con los que quedan en el camino hacia la gloria?, ¿Qué sucede cuando la fama, los patrocinios o el dinero no sigue siendo parte de la vida de esos deportistas de élite?, ¿Qué sucedió con los miles de sueños rotos en mil pedazos, de aquellos que en el camino sufrieron lesiones que le impidieron seguir avanzando en su trayectoria deportiva, o que simplemente no tenían las condiciones necesarias para llegar al Templo del Olimpo?, ¿Hasta dónde llegan las empresas patrocinadoras?, ¿Qué labor cumplen las entidades deportivas para atender a su razón de ser: El Ser Humano?, o para finalizar, ¿Existe una verdadera estrategia de responsabilidad social para con todos aquellos que se dedican al deporte sea cual sea su nivel dentro de la pirámide deportiva (Federados, CAR, Élite)?.


Cientos de ríos de tinta podrían correr en estos precisos momentos para intentar responder con contundencia al momento de sentar posiciones y decir que X o Y están adelantando Z o Z+1 planes que apuestan por formar campeones desde la cantera, situación de la que no cabe la más mínima duda, así como tampoco existe duda alguna que las empresas han visto en el mundo del deporte una invaluable oportunidad de asociar sus marcas con deportes que respondan a sus valores corporativos, que les permitan un posicionamiento en el Top of Mind de los clientes potenciales y/o actuales, y claro, que les faciliten el cumplir con una estrategia asociada a su plan de Responsabilidad Social Corporativa. Sin embargo, cuando se pasa a ser un ex-deportista, cuando no se llega a ser un deportista o un equipo que pueda beneficiarse de esos caudales de dinero, o de las estrategias de federaciones u organizaciones gubernamentales, poco o nada se está haciendo.


Es por ello que se hace preciso abordar el mundo del deporte como un todo, como en la vida donde se nace, crece, reproduce y se muere; las tareas en las fases de cantera, formación y producción máxima, están cubiertas con una o varias estrategias para los que están bajo la buena fortuna de pertenecer a la élite deportiva, pero los que están fuera de esa órbita también necesitan y merecen especial atención por parte entidades deportivas, empresas patrocinadoras y órganos gubernamentales.


En dicha línea, tuve oportunidad de conversar con mi buen amigo Santos Ortega, español de pura cepa y gran conocedor del mundo del deporte olímpico, y coincidíamos al señalar que hacía falta una estrategia orientada a implementar un Centro de Desarrollo Deportivo que pudiese facilitar a deportistas y ex-deportistas, los procesos de identificación del potencial, que permita una mejor gestión en tareas de recolocación laboral, la gestión de la formación, generar un espacio que canalice un voluntariado de tutores que mediante el coaching, mentoring o simplemente el saber dar unos buenos consejos, puedan propiciar distintas rutas alternativas a los seres humanos dentro de cada deportista de tal forma que esté mejor preparado para el cambio constante.El Modelo que esbozamos se resume en la siguiente figura:










Algunos de los beneficios del modelo de gestión asociado al Centro de Desarrollo Deportivo son:

- Facilitar una plataforma de recolocación laboral.
- Generar un entorno de gestión del conocimiento.
- Focalizar los procesos de formación y consultoría.
- Promover un voluntariado de tutores para el acompañamiento de los deportistas.
- Identificar el potencial y las competencias laborales.
- Fomentar canales de empleo y comunicación entre deportistas y ex-deportistas y empresas patrocinadoras.
- Canalizar las buenas acciones de entidades deportivas y empresas relacionadas dentro del marco de la Responsabilidad Social.
- Impulsar el desarrollo del deportista en todos los niveles.
Una vez claro el modelo que se quiere implementar, lo que resulta evidente es que se debe proceder a buscar las ventajas que proporcionan las tecnologías de la información y saber ver que existen alternativas que posibilitan llevar a la práctica el Centro de Desarrollo Deportivo. En dicha línea venimos trabajando desde JP VAL (www.jpval.com), bajo la tutela permanente de expertos en la materia, tanto en lo deportivo como en lo laboral. El SPORT JP VAL para la Gestión del talento Deportivo, es una solución que busca armonizar a deportistas, ex-deportistas, entidades deportivas, gobierno, empresas patrocinadoras y comunidad en general, en la labor de materializar día tras días, todas aquellas acciones que busquen dar respuesta de manera positiva a aquellos que coincidan con el pensamiento que indica que sí existe futuro más allá del deporte de alta competición. Estamos interesados en crear espacios de mejora permanente, ¿Hablamos?.*
Hermes Ruiz Rincón
Director
JP VAL International Consulting

1 comentario:

Anónimo dijo...

Considero que deberia de tener el mismo tipo de letra en todos los blogs para que se vea mas homogeneo.